Muchas familias en los Estados Unidos Mexicanos
presentan un conflicto ante la legalización de esta droga, esto pese a que la
llamada Guerra contra el Narcotráfico iniciada en el año 2006 ha sido
responsable de cobrar miles de vidas tanto de personas involucradas en el
negocio ilegal de las drogas como inocentes que vivieron la mala fortuna de
estar en el lugar equivocado en el momento equivocado, lacerando así a una gran
cantidad de familias.
Comencemos por analizar a uno de los pioneros en
la despenalización de la marihuana para su comercialización, Holanda. El país
europeo decidió en el año 1976 experimentar una nueva estrategia en el combate
al consumo de drogas "blandas" (se les considera de esta manera a las
drogas que provocan menor dependencia y daños a la salud) al establecer una
política de tolerancia, ésta consistía en permitir la venta y consumo de
marihuana. Al año 2010, Margriet Van Laar quien fuese coordinadora de la unidad
análisis sobre tendencias en materia de drogas del Instituto para la Salud y
Adicciones de Holanda durante una entrevista para la BBC precisó "No estamos a
favor del consumo de drogas, pero somos pragmáticos y conscientes de que no van
a desaparecer, así que tratamos de reducir el daño tanto como sea
posible".
Los resultados obtenidos de la medida implantada fueron que únicamente el
5% de los holandeses con un rango de edad de 15 a 64 habían fumado cannabis
entre 2009 y 2010, siendo un porcentaje menor en comparación con otros países
europeos como Francia y la República Checa (ambos con 9%), España (10%) e
Italia (14.6%) incluso estando por debajo de la media europea (6.8%) todo esto
respaldados por el Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías. Lo
que reafirma que un Estado permisivo en la materia no forzosamente significa
que se incremente el consumo.
Pasemos por analizar el caso de Colorado. El estado de Colorado en los
Estados Unidos de América se arriesgó de manera inteligente en el año 2012 al
legalizar la marihuana para su uso recreativo, a continuación, presentaré parte
de los movimientos que hacen de ésta una decisión acertada en términos de
recaudación de impuestos.
Durante noviembre del 2013, se presentó la
Propuesta AA ante los ciudadanos, la propuesta consiste en ponderar un impuesto
del 10% a la venta de la marihuana no medicinal, además se le sumaría el
impuesto estatal sobre venta del 2.9%, y para la venta mayorista un impuesto
indirecto (aquel por el que una persona paga por el hecho consumir o utilizar algo)
del 15% que suma en total 27.9% mientras que los impuestos sobre la marihuana
medicinal se valúan en 25%. El motivo por el cual se le considera a esto un
éxito es que al año 2014 se recaudaron aproximadamente $800 millones de dólares
por el concepto de la venta de marihuana que fueron destinados a educación.
La periodista Lourdes Cárdenas en su libro de
investigación Marihuana: El viaje a la legalización en uno de sus
capítulos presenta el caso de un dispensario en el estado de Washington, que en
el período de 2014 declaró una ganancia bruta de $154,469 dólares, sin embargo,
sufrió egresos de $101,100 dólares, además que la enmienda 280E no le permite a
ese tipo de negocios deducir impuestos, por lo que se vieron obligados a pagar
$46,340 dólares al Estado equivalentes al 87% de su ganancia real. La
experiencia de este caso refleja que para los gobiernos el negocio de la
marihuana es demasiado factible.
Nuestro país ya camina el primer paso desde
noviembre de 2015, cuando la Suprema Corte de Justicia de la Nación amparase a
cuatro personas para cultivar, procesar y consumir marihuana para fines
recreativos, aludiendo que su penalización no respetaba su derecho al libre
desarrollo de la personalidad, caso que sin duda alguna marcó una
jurisprudencia sobre la materia. Nuestro país se beneficiaría por los motivos
previamente mencionados, de la legalización de la marihuana principalmente por
los altos números que esta ha representado en la recaudación de recursos que
pueden ser destinados a las personas que más apoyo necesiten para salir
adelante.